jueves, 31 de marzo de 2016

CAPÍTULO 12. ¿QUÉ CLASE DE MADRE SERÉ?

"Si dudas de ti mismo, estás vencido de antemano."

Henrik Johan Ibsen

 Leer revistas, ver reportajes y oír consejos es positivo a la hora de prepararse para lo que viene, pero el método más interactivo para ponerte a prueba es sin duda hacer test.
Todas las mujeres (especialmente las embarazadas) nos preguntamos alguna vez qué clase de madre seremos. Hoy en día existen test sobre cualquier tema y evidentemente hay varios sobre esta duda tan común y trascendental.

A continuación mis respuestas a los que encontré por internet:


1.- Desearías tener:
A – Una niña.
B – El sexo del bebé te resulta indiferente.
C – Un niño.

En realidad me hacía ilusión tener un pingüino bebé, pero qué le vamos a hacer.


2.- Durante las consultas que haces al ginecólogo, experimentas, ante todo:
A – Miedo.
B – Curiosidad.
C – Impaciencia.

Las tres al mismo tiempo. Y también añadiría aburrimiento, envidia, alegría, desesperación, inseguridad, optimismo, resignación, angustia, asco, cólera, esperanza, desprecio, temor, terror, frustración, calma, humillación, asombro, impotencia, confusión, vergüenza, alivio, hostilidad encubierta y ganas de mear.

3.- Al regreso del hospital, piensas acostar al bebé:
A – En tu cama.
B – En su cuna, en tu habitación.
C – En su habitación.


Pienso soltarlas en el jardín y que se busquen la vida. Así se crían las serpientes y llevan en el planeta desde antes de que se extinguiesen los dinosaurios.

4.- Cuando piensas que el bebé podría llorar durante la noche, te prometes a ti misma:
A – Mantenerte tranquila y no dejarte llevar por el pánico.
B – Hacer todo cuanto esté en tu mano para calmarlo.
C – Dejar que llore hasta que se canse.

Pregunta trampa. Los bebés no lloran por la noche.

5.- Cuando piensas en tu hijo, deseas, ante todo, que sea:
A – Inteligente.
B – Alegre.
C – Bueno.

Una de cada

6.- Te han invitado al cumpleaños del niño de unos amigos. Cumple dos años, ¿qué le llevas de regalo?.
   Un peluche.
   Algo de ropa
   Ceras para colorear.

¿Que qué le voy a llevar?. Voy a tener tres niñas de golpe... que se dé con un canto en los dientes si no le robo ningún regalo.


7.- Desde el momento en el que te quedaste embarazada, ¿sufrió alguna modificación tu vida de pareja?
A – Sí, cuando haces el amor temes dañar al pequeño.
B – Sí, experimentas un mayor deseo hacia tu pareja.
C – No, te parece que todo es igual que siempre.

Al principio todo iba normal, pero a medida que me ha crecido la barriga hemos tenido que prescindir del arnés.

8.- Piensas que podrás alejarte tranquilamente del bebé sólo después de que lo haya cuidado:
A – Tu mamá.
B – Tu pareja.
C – Alguien de confianza, una amiga.

El que cobre menos de los tres.

9.- ¿Qué tipo de profesor te gustaría que tuviera?:
  Uno cariñoso y que siempre estuviera pendiente.
  Uno bueno y didáctico.
  Uno que le fomente la autoestima y la creatividad.

Las tres cosas, o sea, en plan Robin Williams, y que además les enseñase artes marciales.

10.- ¿Qué cumplido te gustaría más escuchar sobre tu hijo?.
A   Que es muy sociable y cariñoso.
  Que es muy inteligente.
  Que cuida a los niños más débiles.

La C, lo de los niños débiles. Mi sueño es que en el futuro las tres formen una banda de superhéroes y eso sería un comienzo.

Así imagino a mis hijas impartiendo justicia

Pero más que decirme a mí me haría ilusión poder decirle a todo el mundo que mis hijas aprendieron a usar la taza del váter a los dos meses.

Con todo esto de los test se me ha ocurrido que podéis dejar vuestras dudas en los comentarios y las responderé en las próximas entradas. Pensarlo bien, quizá sea la única posibilidad que tengáis de hacerle preguntas a una embarazada de trillizas.
A ver qué se os ocurre.

Hijas mías, después de leer esto quizá penséis que tenía dudas sobre mis cualidades como madre, pero nada más lejos de la realidad. Lo que pasa es que me aburrí un poco durante el embarazo y ya se sabe, cuando te aburres antes o después terminas haciendo test.

FALTAN 22 DÍAS

viernes, 18 de marzo de 2016

CAPÍTULO 11. YOLI CONTRA LIDIA

Queridos papás, desde que he conocido el Kampamento Krusty ya no temo al infierno.

"Los Simpson" Kampamento Krusty

Hay una película francesa (bastante buena, por cierto) titulada "El nombre" en la que los miembros de una familia discuten al descubrir que uno de ellos piensa llamar a su futuro hijo Adolf.
Lo curioso es que cuando afrontas esta situación en la vida real y le comunicas a la gente el nombre (nombres en mi caso) que has escogido a todo el mundo le parece de puta madre, sea cual sea.

Hace tiempo vi una cámara oculta en la que una mujer bastante rolliza salía del probador de una tienda de ropa con un vestido horrible que le quedaba pequeño y se ponía a preguntarle a la gente que pasaba por allí cómo le quedaba. Pues nadie tuvo valor de decirle que estaba fatal.
Siguiendo esta teoría podría haber llamado a mis hijas Gumersinda, Hermenegilda y Bartola sin que nadie me hubiese hecho ningún comentario en contra, pero tampoco es así.

Porque hay que contar con esa persona de tu entorno que hace realidad ese refrán de "donde hay confianza da asco", que le pondrá pegas a cualquier cosa que elijas. Y si encima se cree en poder de la razón la cosa puede adquirir tintes personales.

-A ver, Yoli, te digo los nombres que hemos elegido al final.
-Venga.-dijo Yoli impaciente al otro lado del teléfono.
-Ángela...
-...
-...Jacqueline...
-...
-... y Lidia.
Así imagino la cara de Yoli escuchando los nombres


-¿Cómo que Lidia?.
-Pues como que Lidia, ¿qué pasa?.
-Vale, no puedes llamar Lidia a una de las niñas.
-¿No te gusta?.
-No. No me gusta.
-¿Y eso?, ¿qué pasa con Lidia?.
-Que es nombre de mala persona.
-Bueno, ya está. Alguna Lidia te ha puteado.
-Sí.
-En el campamento, ¿a que sí?.
-Sí.

Cuando Yoli tenía 12 años sus padres la mandaron a un campamento de verano y casi dos décadas después aún lo recuerda como su Vietnam personal. Por el tono sombrío que transmitía su voz enseguida supe que se trataba de algo relacionado con aquella experiencia.

-A ver, ¿qué te pasó?.
-No quiero hablar del tema...-se pone súper dramática con el campamento.-Además, me dijiste que ibas a llamar Yolanda a una de las niñas.
-En mi puta vida dije algo semejante.
-Una vez de pasada lo dijiste.
-¿Me vas a contar lo de la Lidia esa?.
-Fue en las duchas...
-Joder Yoli, a ver si vas a decirme a estas alturas que una tía que se llamaba Lidia te hizo mujer.
-No... ya te he contado que aquello estaba muy mal organizado, éramos ciento y la madre y los monitores pasaban, no daban abasto. La cosa es que los turnos para ducharse eran un cachondeo, porque sólo había cuatro duchas y claro, había que dividir a los chicos y a las chicas y buah...
-Sí.
-Total, que en los 15 días que duró el campamento sólo me duché una vez. Me tocó pasar con otras tres chicas.
-Pero a ver, ¿las duchas eran independientes o como en la cárcel ahí viendo a las demás?.
-No, joder, cada una tenía su habitáculo.-No sabía que Yoli conocía esa palabra.-Eso era lo malo.
-¿Por qué?.
-Pues porque resulta que de las cuatro duchas sólo le quedaba agua caliente a una.
-A la de la tal Lidia, ¿no?.
-Sí.
-Joder, Yoli, ¿y qué culpa tenía ella?.
-No, ninguna. Pero cuando le dijimos que por lo menos nos mojara las esponjas en el agua caliente nos mando a tomar por culo.
-¿Pero por qué?.
-Yo qué sé, tía, porque era así de hija de puta. Y no veas cómo se reía la cabrona.
-Bueno, pero no es para odiar a todas las Lidias del mundo.
-No, qué va.
-¿Y si se hubiera llamado Beatriz me habrías dejado de hablar?.
-...
-A ver, Yoli, a veces en la vida ocurre que te estás duchando con agua fría y la pava de la ducha de al lado no quiere compartir el agua caliente, pero no hay que conservar el resquemor toda la vida.
-...
-Fíjate, yo pensaba que Lidia era el nombre que más te iba a gustar.
-¿Lidia?, ¿por qué?.
-No sé... como la vamos a llamar Lili y tu te llamas Yoli... pensaba que ibais a tener buen feeling.
-Joder, es que si la vais a acabar llamando Lili no te cuesta nada llamarla Yoli.
-Sí, Yoli Junior. Para que sus amigos puedan llamarla Yoyu.
-Qué idiota.
-Bueno, ¿y los otros nombres te gustan?.
-Sí... o sea, sabía que no ibas a ponerles nombres normales.


Hijas mías, tal vez tras leer esto os caiga peor vuestra tía Yoli, pero pensad que fue gracias a ella que nunca os enviaremos a un campamento, así que estarle agradecidas.



FALTAN 35 DÍAS

jueves, 10 de marzo de 2016

EPISODIO 10. EL EFECTO ART ATTACK

-¿Seguro que esto va a funcionar?.
-No, por eso se llama experimento.

"Frankenweenie" Tim Burton

Era cuestión de tiempo que una artista con mi creatividad y tiempo libre terminase por ver en su enorme barriga de embarazada un lienzo en blanco perfecto para dibujar.

Entonces una se pone a buscar ideas y se topa con un montón de propuestas fantásticas, subiéndosele la moral y las ganas de hacer algo bonito.



Cualquiera que me esté leyendo sabrá que inevitablemente servidora iba a ser víctima de lo que yo llamo el efecto Art Attack. Todos los que hayan visto alguna vez el programa saben de lo que hablo, se trata de ese enorme chasco que te llevas cuando intentas llevar a la práctica algo que has visto en una revista, un programa de cocina o de manualidades y te das cuenta de que lo que tú has hecho tiene poco que ver con el modelo a imitar.

Para empezar dibujarse en la panza es algo muy complicado, por mucho espejo que tengas. Ahí me topé con el primer obstáculo, porque claro, a las tías de las fotos se lo dibujaron. Ya sólo por este impedimento debería haber renunciado, pero no me rendí, aunque en mi interior sabía que el plan b traspasaba esa fina línea que separa una solución de una chapuza.

Si no podía dibujarme en la tripa la única alternativa posible era pegarme un dibujo. Sí, toda la gracia de la idea original se había perdido, pero soy cabezona, y tras darle muchas vueltas opté por hacerme tres dibujitos, cada uno en un post it y plantármelos en la tripa, como si fuesen los imanes de una nevera.

Y quedé razonablemente satisfecha con el resultado (calqué los dibujos, lo admito... las Supernenas son círculos y óvalos perfectos, no se pueden hacer a pulso). Así, me los pegué y logré además taparme el ombligo-botón que se me está poniendo. Parecía que el experimento iba a salir bien (dentro de lo que cabe... usar post it para hacer una obra de arte es como usar celofán para arreglar algo, siempre queda un poco cutre), pero no contaba con mi torpeza sacando fotos.

¿Y por qué no le pediste ayuda a otra persona?. Lo hice. Entre mi hermana y yo sacamos 47 fotos, y esta fue la que mejor quedó.



Luego lo puse en blanco y negro para intentar que quedase más artístico (y porque así no se nota que no pinté los dibujos). Como veis cualquier parecido con las imágenes de arriba es pura coincidencia.

Harta de intentos fallidos (cuando no saltaba el flash salía borroso y cuando parecía que todo iba bien se me despegaba un post it) terminé por sacarle una foto a parte a los dibujitos, pero ya sobre plano.

Así que lo que empezó como un proyecto para pintarme algo glorioso en la panza terminó siendo tres post it encima de una mesa. 


Y sí, corriendo un tupido velo, esos son los nombres que hemos elegido definitiva y democráticamente para las niñas: Angie (Ángeles), Lili (Lidia) y Jackie (Jacqueline).



Hijas mías, antes o después sufriréis el efecto Arta Attack, y quiero que sepáis que no tenéis de qué avergonzaros. Nos ha pasado a todos y además es muy español.


FALTAN 43 DÍAS